martes, 20 de octubre de 2009

Introducción

La lógica empleada por los programas basados en incentivos consiste en que si las personas no poseen la suficiente motivación para llevar a cabo una acción, entonces probablemente el ofrecimiento de un agradable incentivo les proporcione tal motivación. El hecho de ofrecer un incentivo interesante para crear un hábito de disciplina representa una estrategia de motivación extrínseca. Sin embargo, los incentivos también pueden ser desagradables. La estrategia es diferente, pero la lógica sigue siendo la misma: el sonido de un despertador "obliga" a la gente a levantarse. Por lo tanto, la gente se levanta no porque no desee seguir durmiendo, sino sólo para evitar o escapar de algo incomodo, que en este caso vendría siendo el ruido ensordecedor. Ese molesto ruido es lo que ocasiona que la persona se levante, mostrando incluso mayor voluntad, que ante la perspectiva de un tentador incentivo.
Prácticamente, todo ambiente en el que nos encontremos distingue entre comportamientos deseables e indeseables.





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